Envueltas en secreto y especulación, nunca duran mucho tiempo. Pero eso es lo que sucede cuando necesitas una prueba de ADN antes de la primera cita.
Hasta Charlene. Ella es como una luciérnaga. Es escurridiza, y si la atrapas se iluminará, pero mantenerla atrapada apaga su fuego y atenúa su belleza.
La atrapé. Y por mucho que quiera quedarme con ella, nunca le pondré la tapa a frasco. No a riesgo de perderla. Así que la dejé establecer las reglas en nuestra relación.
Pero a medida que los secretos ocultos nos exponen a ambos, descubro exactamente cuán frágil es Charlene y cuánto la necesito.
Todos estamos rotos. Todos estamos jodidos. Algunos más que otros. Yo más que la mayoría.
Mil gracias a LDC!
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